AGENDA ABIERTA
Agosto siempre llega con su olor a libros nuevos, bultitos forrados, uniformes planchaditos y una mezcla de emociones que va desde la ilusión hasta la angustia. Para muchas familias, el regreso a clases no es solo un evento logístico: es una transición emocional importante.
Cambiar de grado, de salón, de maestros o hasta de escuela representa para los niños y niñas una pérdida y una ganancia al mismo tiempo. Y aunque como adultos podamos pensar que “eso no es nada”, lo cierto es que el sistema emocional de la niñez todavía está en desarrollo. Así que hoy, quiero ofrecerte algunas herramientas sencillas y validadas que pueden hacer una gran diferencia en esta etapa.
Transiciones escolares: más que un cambio de maestro o espacio.
Las transiciones escolares suponen un proceso de adaptación que puede detonar diferentes emociones en los niños:
Ansiedad por no conocer el nuevo ambiente.
Tristeza por separarse de amistades o de una maestra significativa.
Ira o frustración si se sienten forzados a adaptarse sin apoyo.
Estas emociones pueden expresarse de muchas formas: regresiones, irritabilidad, quejas somáticas (“me duele la barriga”), cambios en el apetito o dificultades para dormir.
Identificar estos signos a tiempo es esencial para prevenir problemas mayores a nivel emocional o académico.
¿Qué podemos hacer desde casa para apoyarles?
Aquí te comparto varias estrategias simples pero poderosas:
1. Anticipar en vez de sorprender
Explícales con anticipación los cambios: nombre del maestro/a, salón, compañeros nuevos. Si es posible, haz una visita a la escuela o muéstrales fotos del lugar.
2. Crear una rutina visual
Utiliza dibujos, pizarras o carteles para mostrar los pasos del día: levantarse, desayunar, vestirse, ir a la escuela, etc. Esto les da estructura y sensación de control.
3. Utilizar cuentos o juegos de rol
Leer cuentos sobre el regreso a clases o jugar a “la escuelita” permite canalizar temores y dudas en un ambiente seguro.
4. Validar, validar, validar
No minimices lo que sienten. Frases como “No seas bobo/a” o “Eso no es nada” bloquean la expresión emocional.
En cambio, puedes decir:
“Entiendo que estés nervioso. A veces yo también me pongo así cuando empiezo algo nuevo. Estoy aquí para ayudarte.”
¿Y si la ansiedad persiste o interfiere con su funcionamiento?
Entonces es importante buscar apoyo profesional. En terapia infantil trabajamos con métodos como la Disciplina Positiva, el juego terapéutico, estrategias de regulación emocional, y mucha estructura y contención.
Cada niño tiene su propio ritmo para adaptarse, y reconocer cuándo una situación les sobrepasa emocionalmente es un acto de amor y de prevención.
En mi consulta…
Trabajo con niños, niñas y adolescentes para ayudarles a identificar y expresar sus emociones, desarrollar estrategias de afrontamiento y fortalecer su autoestima. Las sesiones son individuales y adaptadas a su etapa de desarrollo, y también acompaño a madres, padres y cuidadores en el proceso de sostener desde casa.
Si deseas que trabajemos en equipo para acompañar a tu hijo o hija en este nuevo comienzo escolar, puedes escribirme. Aún tengo espacios limitados disponibles para este semestre.
“Volver a empezar no siempre es fácil, pero puede ser una hermosa oportunidad de crecimiento emocional… si lo caminamos de la mano.”
Gracias por confiar en mi espacio terapéutico.
Con cariño,
Lcda. Myrna Ortiz-Rodríguez, Psicóloga, MPSY