AGENDA ABIERTA
En el mes de octubre, mientras muchos jóvenes atletas se encuentran en plena temporada de juego, entrenamientos o competencias, es el momento ideal para hablar de un aspecto que muchas veces se subestima: la salud mental del deportista. Ya sea en deportes individuales o en equipo, el bienestar psicológico es un pilar esencial para el rendimiento, la motivación y la prevención de lesiones emocionales que pueden dejar marcas más profundas que cualquier golpe físico.
La psicología deportiva es una rama aplicada de la psicología que se enfoca en estudiar cómo los factores psicológicos afectan el rendimiento y cómo la participación en el deporte impacta el desarrollo emocional, la autoestima, la autopercepción y la vida social del atleta.
¿Por qué trabajar la mente si ya entrenan el cuerpo?
El atleta no es solo fuerza física. Las decisiones, la estrategia, el autocontrol emocional y la capacidad de sostener la motivación en momentos de presión nacen desde lo psicológico. Un niño o adolescente puede tener grandes capacidades técnicas, pero si experimenta ansiedad de rendimiento, miedo al fracaso o presión excesiva por parte de su entorno, estas emociones pueden limitarle o incluso hacerle abandonar la práctica deportiva.
Señales que indican que un joven atleta podría necesitar apoyo psicológico:
Irritabilidad antes o después de los juegos.
Dificultad para tolerar errores o derrotas.
Pérdida de motivación sin causa aparente.
Llanto, aislamiento o síntomas de ansiedad.
Excesiva autoexigencia o pensamientos catastróficos.
Cambios abruptos en el rendimiento o en la conducta.
En estos casos, la intervención de un profesional de la psicología deportiva puede ser determinante para restablecer el equilibrio emocional, ayudar al atleta a trabajar metas realistas, fortalecer su identidad deportiva y prevenir la aparición de trastornos como el burnout o la depresión.
La intervención psicológica como parte del entrenamiento
Al integrar el trabajo psicológico dentro del proceso deportivo, no solo se mejora el rendimiento: se promueve una visión integral del atleta como ser humano. Desde técnicas de visualización, manejo del estrés, entrenamiento en atención plena (mindfulness), hasta el fortalecimiento de la autoestima y la resiliencia, la psicología ofrece herramientas concretas que se entrenan, igual que un músculo.
Los entrenadores, padres y profesionales de la salud debemos ser aliados en este proceso. Una cultura deportiva sana no se enfoca solo en ganar, sino en formar jóvenes íntegros, capaces de enfrentar la vida con disciplina, respeto, autocuidado y salud mental.
¿Cómo puedo ayudarte?
En mi consulta, trabajo con jóvenes atletas desde un enfoque clínico-preventivo, abordando no solo la ansiedad de rendimiento o la presión competitiva, sino también aspectos como la autoestima, la identidad personal, el manejo del estrés y la regulación emocional. Ofrezco talleres psicoeducativos y sesiones individuales adaptadas a las necesidades del atleta, en coordinación con sus cuidadores y entrenadores cuando es necesario.
Si conoces a un joven que necesita apoyo en su camino deportivo, te invito a contactarme. La mente también se entrena. Y desde ahí, también se gana.
Con compromiso por el desarrollo integral de nuestros jóvenes,
Lcda. Myrna Ortiz-Rodríguez, Psicóloga, MPSY
Referencias
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Weinberg, R. S., & Gould, D. (2019). Foundations of sport and exercise psychology (7th ed.). Human Kinetics.
Birrer, D., Röthlin, P., & Morgan, G. (2012). Mindfulness to enhance athletic performance: Theoretical considerations and possible impact mechanisms. Mindfulness, 3(3), 235–246. https://doi.org/10.1007/s12671-012-0109-2
Gustafsson, H., DeFreese, J. D., & Madigan, D. J. (2017). Athlete burnout: Review and recommendations. Current Opinion in Psychology, 16, 109–113. https://doi.org/10.1016/j.copsyc.2017.05.002